Acabo de encontrarme con un interesante vídeo que ha cambiado mi opinión sobre el aceite de coco como el aceite «más sano» que existe. He leído mucha información sobre el aceite de coco en sitios web sobre salud y forma física que defienden con argumentos sólidos por qué el aceite de coco es superior a todos los demás aceites -no sólo mejor, sino realmente bueno para ti-, pero como en la mayoría de las historias, siempre hay dos caras.
Según una investigación científica, resulta que el aceite de coco no es tan bueno para ti como la gente cree. De hecho, al igual que cualquier otro aceite, su exceso es realmente perjudicial.
Cuando la gente habla de los beneficios para la salud del aceite de coco, a menudo se explayan sobre los ácidos grasos de cadena media – MCFA – y cómo éstos son mucho mejores para ti porque se digieren rápidamente y es menos probable que se almacenen como grasa. Yo mismo he escrito sobre esto muchas veces. Pero lo que no te dicen -o simplemente no saben- es que los AGCM elevan los niveles de colesterol LDL en tu organismo, el colesterol malo. Por el contrario, otros aceites, como el de oliva y el de soja, reducen el LDL y aumentan el colesterol HDL, el bueno.
El aceite de coco también tiene un alto contenido en grasa saturada. De hecho, ¡contiene más grasa saturada que la manteca de cerdo pura! Aunque un poco de grasa saturada no sea mala para ti, probablemente no sea buena idea comer mucha a todas horas.
Si sólo utilizas pequeñas cantidades de aceite de coco para hornear y otros fines culinarios generales, parece que no tienes de qué preocuparte. Los científicos afirman que el aceite de coco es mejor para hornear que la mantequilla. Pero antes de empezar a comerlo a cucharadas, quizá quieras reconsiderarlo. Por otra parte, el aceite de oliva está mucho más probado y se ha demostrado que es saludable, así que si realmente buscas un aceite que sea bueno para ti, tal vez quieras considerar el aceite de oliva puro en su lugar.
Mira el vídeo a continuación y dinos lo que piensas en los comentarios.
